viernes, 20 de enero de 2012

El infierno infantil de los nazis

Pruebas de la desaparición de miles de menores de 3 años.



Rosalía Sánchez, Berlín http://www.elmundo.es/elmundo/

Cuando a los niños de los campos de concentración nazis les ponían un lápiz en las manos, rasgaban el papel con violentos trazos sangrantes en los que apenas alcanzaban a expresar el terror y la angustia a que estaban siendo sometidos. Y aquellos que tenían un lápiz en las manos eran lo que más "suerte" habían tenido.
Su vida había sido prolongada "en beneficio de la ciencia" mientras eran víctimas de experimentos médicos y extracción de órganos. De lo contrario, iba directamente a las cámaras de gas. Aunque muchos otros habían muerto a manos de los médicos antes de llegar a los campos en la gran operación eutanasia infantil del Tercer Reich.
Esta exposición del Museo Topografía del Terror de Berlín documenta el asesinato de más de 5.000 niños menores de 10 años a causa de alguna minusvalía física o clasificados como "débil mental" o "no apto para ser educado".
Expone además pruebas de la desaparición de unos 10.000 adolescentes en las cámaras de gas y la "eliminación de varios miles más, todos menores de 3 años, en el programa Lebensborn, las granjas de cría de niños de rasgos arios, hijos de madres solteras seleccionadas para la procreación y a las que sus bebés les eran arrancados a los 3 meses de edad. Si la genética no hacía el papel que se esperaba de ella y el recién nacido presentaba algún rasgo no ario, era "desechado".

"Esta exposición habla de los miembros más indefensos de aquella sociedad. Los visitantes deben estar preparados para enfrentarse a hechos muy duros», dice el Historiador Médico de la Charité de Berlín, que relata cómo los médicos de familia aconsejaban a los padres deshacerse de los niños con cualquier tipo de minusvalía y como las propias familias llevaban personalmente a los pequeños a los centros de internamiento, donde los dejaban para no verlos más.
Desde los años 20, el concepto de "vida indigna" circulaba ya con cierta naturalidad entre los círculos médicos alemanes y en la muestra pueden verse documentos del director de la Institución para Débiles Mentales, Ewald Meltzer, que defiende que "a pesar del amor a la vida que parecen tener estos idiotas incurables" era conveniente eliminar tales vidas "inútiles".
"No estamos hablando de decisiones médicas cuestionables moralmente, sino de auténticos crímenes revestidos de legalidad, de rigor científico y de racionalidad que convirtieron a los médicos en ilegítimo árbitros de la vida y la muerte y que han degradado para siempre a la raza humana", comenta el historiador Thomas Beddies.
Algunos de los documentos más conmovedores son las cartas a los padres en los que se notificaba que tal o tal niño había sido "sentenciado a eutanasia", y los partes médicos en los que consta abiertamente el sufrimiento de los niños en forma de dolor físico, desesperación por el trato recibido e incluso intentos de suicidio de menores de 8 años.
Las enfermeras aprendía su oficio en un manual que diferenciaba los principios del cuidado de los niños sanos y de los niños enfermos o "no dignos de vivir", una separación que, según el director de la muestra, Andreas Nachama, no dependía de la salud del niño, como aparenta la terminología utilizada, sino que era establecida por su "utilidad".
La comisión de la Cancillería de Berlín que supervisaba el programa de eutanasia preveía protestas ciudadanas en sus primeras fases y dio orden a los centros de remitir cualquier informe de resistencia directamente a la oficina del Führer, pero las protestas nunca llegaron a cobrar gran entidad, salvo las encabezadas por el Obispo de Münster, Clemens August Graf von Galen.
El visto bueno a los asesinatos era firmado por un equipo de unos 100 funcionarios con sede en la calle Tiergantenstrasse nº4, allí donde hoy se levanta la sede de la Orquesta Filarmónica de Berlín y desde donde la capital alemana entona una eterna melodía de arrepentimiento.

lunes, 16 de enero de 2012

Napoleón era caucásico

EFE, 16/01/2012 http://www.abc.es/


Nuevos análisis de ADN establecen que los orígenes del emperador Napoleón I eran caucásicos y no árabes, como se especulaba hasta ahora, según las investigaciones del profesor Gérard Lucotte publicadas hoy en la prensa francesa.
A partir de varios cabellos que pertenecieron a las patillas de Napoleón, avalados por haber aparecido junto con un relicario que perteneció al fundador del Museo del Louvre, Dominique Vivant-Denon, el genetista pudo aislar el perfil del cromosoma Y de Napoleón, informa Le Figaro.
Se trata del mapa genético masculino del emperador Bonaparte, nacido en Córcega y de quien se creía que podía tener orígenes árabes pues se le conocía un vínculo familiar con el mercenario del siglo XV al que llamaban «Il Moro di Sarzana», originario de una ciudad mediterránea recurrentemente atacada por los sarracenos.
Efectivamente, el «haplogrupo» del ADN analizado, que sirve para definir la historia de los ancestros de una persona, coincide con un tipo extraño y llamado Elblbcl que se ha encontrado en el 10 por ciento de la población de Yemen y Arabia Saudí, según los estudios de Lucotte publicados en la revista especializada Journal of Mocelular Biology Research.
Cotejo con Charles Napoleón
«Las indicaciones históricas hacían pensar a los expertos que los ancestros árabes de Napoleón habrían llegado a Europa durante la expansión del Islam o a través del comercio de mercancías con Italia», resume Le Figaro.
Sin embargo, Lucotte ha echado por tierra esa teoría. El genetista tuvo la oportunidad de cotejar cabellos de las patillas del emperador con el material genético de Charles Napoleón, descendiente por la parte de Jerónimo Bonaparte, hermano de Napoleón.
Las marcas del cromosoma Y del contemporáneo Charles Napoleón y las del emperador que dominó Europa entre los siglos XVIII y XIX se revelaron idénticas.
«Hemos podido determinar el «halopgrupo» sobre un mayor número de marcadores, con mucha más precisión: Napoleón no era árabe sino caucásico», asegura Lucotte.
Aunque publicados, la comunidad científica no dará por válidos los resultados hasta que un segundo laboratorio desarrolle la misma investigación.
Investigar su muerte
No obstante, mientras tanto se abren nuevos caminos para explorar, como las causas de la muerte de Napoleón, nunca esclarecida. O aclarar, al menos, si pudo padecer alguna enfermedad genética.
Detrás de las investigaciones científicas, escribe Le Figaro, se esconde una nueva tentativa de abrir la tumba de Napoleón en el Hotel de los Inválidos de París y aclarar si efectivamente allí yacen los restos del emperador, si se trata del cadáver de otra persona o si el sepulcro está vacío.

lunes, 2 de enero de 2012

Nuevos parientes de los neandertales en Atapuerca

Algunos de los dientes de la Sima de los Huesos analizados. CENIEH


Rosa M. Tristán 25/11/2011 http://www.elmundo.es/elmundo/

La especie humana que habitó en la sierra de Atapuerca hace medio millón de años, y cuyos restos se acumulan en la Sima de los Huesos, el mayor 'cementerio' del Pleistoceno Superior en Europa, podría ser un linaje 'pariente' de los neandertales y no sus antepasados, como se ha defendido hasta ahora.
Esta es la conclusión a la que ha llegado el equipo liderado por la paleontóloga, experta en dentición, María Martinón-Torres, del Centro Nacional de Investigación en Evolución Humana (CENIEH), tras el estudio de más de 500 piezas dentales fosilizadas encontradas en la Sima durante los últimos años.
El análisis, cuyos resultados se publican en la revista 'Journal of Human Evolution', concluye que aquellos homínidos, clasificados como 'Homo heidelbergensis', no son los antepasados de los neandertales clásicos, como se apuntaba hasta ahora, porque, curiosamente, tienen rasgos dentales "más neandertales que estas poblaciones típicas". "Si fueran sus ancestros, los rasgos habrían ido pareciéndose con el tiempo, pero lo que vemos es que hace 500.000 años tenían rasgos neandertales incluso exagerados", argumenta Martinón-Torres.
La investigadora apunta dos posibilidades ante estos resultados: o hubo un cuello de botella evolutivo que hizo que todos los neandertales posteriores (del Pleistoceno Superior) fueran descendientes de los homínidos de la Sima; o estos últimos fueron un linaje paralelo, unos "hermanos" evolutivos que, además, no tendrían por qué ser los únicos que existieron. "Ello explicaría la variedad de rasgos que se han identificado en la especie 'Homo heidelbergensis', que es como un cajón de sastre y que tendría que ser redefinida porque igual hubo varios linajes paralelos", señala la autora.
José Mª Bermúdez de Castro, director del CENIEH y coautor del artículo, recuerda que ya había algunas dudas sobre que todos los 'H. heidelbergensis' eran antecesores de los neandertales. "Debido a las duras condiciones glaciares de Europa en este periodo, estos homínidos habrían evolucionado en aislamiento, acumulando de forma progresiva características típicamente neandertales a través de frecuentes cuellos de botella y extinciones locales. Ahora vemos que hay muchos misterios sin resolver, pero todo indica que no fue una especie homogénea", señala a ELMUNDO.es.
En este caso, esas condiciones de aislamiento climático habrían favorecido procesos como la deriva genética, provocando que los homínidos de Atapuerca evolucionaran hacia otro linaje con una morfología diferente de la que se observa en otros restos del Pleistoceno Europeo.
Según este trabajo, en el que también han participado los investigadores Aida Gómez Robles, Leyre Prado Simón y Juan Luis Arsuaga, cabe la posibilidad de que durante el Pleistoceno Medio en Europa, hubieran coexistido varios linajes humanos diferentes, lo que obligaría a redefinir la especie de H. heidelbergensis.