sábado, 26 de junio de 2010

El homínido más antiguo recibe críticas

Representación del 'Ardipithecus ramidus'- SCIENCE
http://www.elpais.com/
MALEN RUIZ DE ELVIRA 27/05/2010

¿Era Ardi, el homínido más antiguo encontrado hasta ahora, verdaderamente un antepasado del ser humano, y vivía en un bosque o más bien en una sabana? Algunos aspectos de lo que fue considerada la noticia científica más importante del año 2009 son objeto de cierto debate en la comunidad científica, que se refleja en un intercambio de argumentos entre los descubridores y estudiosos del Ardipithecus ramidus, hallado en Etiopía, y sus críticos.
Por un lado, el especialista en homínidos extinguidos Esteban E. Sarmiento, de la Fundación Human Evolution de EE UU, cree que no existen pruebas suficientes de que Ar. ramidus fuera un homínido, es decir, que perteneciera al linaje humano tras la separación del linaje del chimpancé, y se inclina por que era anterior a esta divergencia.
La presentación en sociedad, largamente esperada, del Ar. ramidus, un fósil de hace 4,4 millones de años, se hizo a través de una decena de artículos publicados, bajo la dirección del paleontólogo estadounidense Tim White , el 2 de octubre de 2009 en la revista Science, la misma que acoge ahora el debate. Según Sarmiento, la identificación de un homínido sobre la base de las características de los dientes caninos y premolares induce a equivocación y otras supuestas pruebas, como la de que podía andar erguido basándose en la morfología del pie, no son convincentes.
White y algunos de sus colegas argumentan que son múltiples los parecidos dentales, craneales y esqueléticos entre el Ar. ramidus y otros homínidos, especialmente con el australopiteco posterior y que no sería lógico que estas características se hubieran desarrollado antes de la separación con el chimpancé y luego hubieran vuelto a surgir. El paleontólogo español Juan Luis Arsuaga, que tiene una buena relación con White, señala que cree que sí es un homínido, pero que quedan aspectos por aclarar en lo que se publicó, como lo relativo a la monogamia y la postura bípeda.
Esta última característica, tan importante, tiene que ver también con la segunda crítica, que se refiere al ambiente en que vivió la criatura en lo que hoy es el desierto de Etiopía. Un gran experto, Thure Cerling , de la Universidad de Utah, y científicos de otras universidades argumentan que se trataba de una sabana y no del bosque mucho más cerrado que White y sus colegas presentan. Para ello esgrimen complejas interpretaciones de paleoisótopos, la técnica preferida actualmente para recrear el ambiente pretérito. White y sus colegas las refutan, con argumentos igualmente complejos.
Nuria García, la única científica española que participó en este trabajo, señala: "Los dos se refieren en realidad a la hipótesis de la sabana, la idea de que los homínidos se hicieron bípedos al tiempo que los espacios abiertos fueron siendo predominantes". García cree que Cerling y sus colegas están interpretando a una escala errónea. "Creo que están centrándose en una escala regional de paleoambientes, mientras que White y los suyos, como saben de donde proceden los fósiles, la geología, y la fauna de cada localidad, pueden hacer una interpretación específica del hábitat solo de Ar. ramidus". La paleontóloga española, que trabajó precisamente en la interpretación del ambiente, sobre datos de miles de fósiles, cree que White da una mejor interpretación global, al menos por el momento, y que además establece que la hipótesis de la sabana es ahora testable científicamente, cuando antes no lo era.
"Ardi prefería todavía ambientes más cerrados", concluye García. "La visión de los primates atravesando sobre dos patas las distancias entre zonas boscosas cada vez más apartadas ha mantenido su atractivo durante décadas de investigación", explica White, para quien los datos obtenidos del ambiente en el que vivía Ardi socavan esta hipótesis y dan una visión nueva del nicho ecológico de los primeros homínidos.

domingo, 6 de junio de 2010

La mujer X, un nuevo linaje humano



MALEN RUIZ DE ELVIRA 24/03/2010

El dedo pequeño de una mano infantil, de un niño o niña que vivió hace 40.000 años en Siberia, ha revelado que los antepasados remotos de los humanos salieron de África al menos una vez más de lo que se creía y que en una pequeña zona convivieron neandertales, humanos modernos (de los que descendemos los actuales) y los nuevos homínidos ahora descubiertos, cuyo aspecto y otras características todavía no se conocen. El análisis genético del dedo es la herramienta que ha permitido hacer este sorprendente descubrimiento, que sitúa definitivamente a la genética como auxiliar imprescindible de la paleontología, al menos para la época más reciente.
"Una criatura que no conocemos llevó este linaje desde África y lo hizo hace menos de un millón de años", explica Svante Pääbo , el más prestigioso especialista en ADN antiguo y director del trabajo, que publica la revista Nature. Sin embargo, reconoce Pääbo: "No podemos decir realmente cómo era esta criatura, ni si se conoce ya por fósiles hallados en otros sitios, pero nos da una nueva imagen, mucho más compleja, de nuestro pasado". Prudente, Pääbo se niega a hablar de "nueva especie" y dice que en el laboratorio llaman al fósil Mujer X, simplemente, por la transmisión materna del ADN mitocondrial, que es lo que se ha estudiado, aunque no conocen su sexo.
"Hemos analizado el ADN mitocondrial del fragmento de dedo con las técnicas que desarrollamos para el ADN de neandertal", explica Johannes Krause, del laboratorio de Pääbo. La sorpresa fue que el análisis de esta máquina celular reveló grandes diferencias (hasta 400) con el ADN mitocondrial del hombre moderno y del neandertal. La conclusión es que pertenece a otro linaje, hasta ahora no identificado, posterior a la primera salida del África de un homínido. "Los neandertales y los hombres modernos divergieron evolutivamente hace medio millón de años aproximadamente, y el ancestro común de los tres linajes, incluido el nuevo, data de un millón de años, así que estas criaturas están dos veces más distantes de nosotros que los neandertales", dice Pääbo.
El primer grupo de homínidos que salió de África fue Homo erectus y después hubo al menos otras dos oleadas, la de los ancestros del neandertal, entre los que está en Homo antecessor de Atapuerca, hace entre 500.000 y 300.000 años, y el Homo sapiens, la especie actual, hace sólo 50.000 años. El problema es que únicamente se ha realizado análisis genético del neandertal, por lo que resulta imposible la comparación del nuevo homínido (si resulta serlo y no uno ya identificado por los fósiles) con los anteriores. Pääbo confía en que el ADN del núcleo del mismo fósil, que ya están estudiando, de muchos más datos
El yacimiento en el que se ha encontrado el hueso analizado es un abrigo -la cueva Denisova, en las montañas Altai del sur de Siberia- que ha estado habitado desde hace 100.000 años. El estudio de los estratos de la cueva y de otros yacimientos cercanos indica que el homínido de Denisova vivió cerca, en el espacio y en el tiempo, de los neandertales y los humanos modernos.