Efe 25/10/2010 http://www.elmundo.es/elmundo/
Quizás la sífilis no llegó a Europa con las carabelas de Colón. El descubrimiento de unos esqueletos sugiere que la enfermedad ya existía en el continente antes del viaje de Colón al Nuevo Mundo.
Una teoría muy extendida hasta ahora entre los expertos en enfermedades tropicales era que las epidemias de sífilis que estallaron en el último decenio del siglo XV, es decir poco después del primer viaje de Colón a América (1492/3), se debieron al contagio de los hombres que le acompañaron en aquella aventura.
Sin embargo, la mayor excavación de esqueletos llevada a cabo hasta ahora en Gran Bretaña y el posterior examen por los expertos parece indicar que la enfermedad era conocida en este país dos siglos antes del viaje colombino, según informa el diario The Times.
Las muestras estudiadas incluyen el cráneo de un niño de sexo no determinado que heredó de la madre esa enfermedad venérea, un trastorno que le produjo tales lesiones en la cabeza que dejó marcas profundas en la parte izquierda de la frente.
Brian Connell, osteólogo del Museo de Londres que ha estudiado los esqueletos con ayuda del radiocarbono 14, dijo no tener duda alguna de que datan de antes del viaje de Colón.
"Estamos seguros de que Cristóbal Colón no tuvo nada que ver con la aparición de la sífilis en Europa", afirma Connell, que confía totalmente en la datación de esos restos humanos.
Según Connell, anteriores descubrimientos en Europa de huesos con huellas aparentemente sifilíticas no habían permitido llegar a una conclusión tan firme.
"O el análisis efectuado con ayuda del radiocarbono no era lo suficientemente preciso o el diagnóstico (de sífilis) no estaba tan claro. Pero este descubrimiento pone fin a la teoría de que Colón fue quien importó la sífilis", afirma tajante el investigador.
Los siete esqueletos sifilíticos proceden de un hospital en las afueras de Londres, el St Mary Spital: dos de los cuerpos fueron sepultados allí entre 1200 y 1250 y los cinco restantes, entre 1250 y 1400.
Todos están no sólo mejor conservados que los analizados anteriormente sino que junto a ellos se han descubierto otros esqueletos y objetos, entre ellos monedas, que han permitido a los científicos corroborar los resultados de la datación con radiocarbono.
Los huesos indican que las víctimas, que eran probablemente pacientes de ese hospital, sufrieron enormes dolores.
El niño cuyo cráneo se ha podido reconstruir estaba seguramente ciego, calvo y sufría horribles dolores por culpa de su irregular dentadura.
Sus dientes forman un ángulo de 45 grados con respecto a la mandíbula, desfiguración facial que debió de ser muy dolorosa para el pequeño, que tenía unos diez años cuando falleció.
"El cráneo, que debería ser liso, parece en cambio un paisaje lunar. Los síntomas (de la sífilis) son evidentes", explica el experto.
Según Don Walker, otro osteólogo del Museo de Londres, las huellas que aparecen en los huesos indican que las víctimas sufrían la forma venérea de la enfermedad, distinta de otras variantes que no se transmiten sexualmente como la treponematosis endémica o el llamado mal de Pinto o frambesia.
Según Connell, el hecho de que la primera epidemia bien documentada se produjese tras la vuelta de Colón de su primer viaje fue seguramente una pura coincidencia.
"La gente buscaba a alguien a quien echarle la culpa. Los ingleses la llamaron viruela francesa y los holandeses, viruela española. Cada cual culpaba al otro", dice el osteólogo.
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