sábado, 31 de octubre de 2009

Un libro analiza los "500 años de engaños" sobre Colón

J. Á. MONTAÑÉS - ELPAÍS.com- 30/10/2009
La teoría sobre el origen catalán de Cristóbal Colón goza de buena salud. Hace unas semanas se publicó un estudio de la profesora americana Estelle Irizarry que, tras analizar su escritura, afirmaba que Colón era catalán. Ahora otro estadounidense publica un libro en el que concluye que el descubridor no era genovés como mantiene la mayoría, sino catalán, de la familia de los Colom de Barcelona.
Charles J. Merrill, profesor de la Universidad de Mount Sant Mary, en Estados Unidos, ha tardado 18 años en escribir su libro Colom. 500 anys enganyats. Per què s'amaga l'origen català del descubridor d'Amèrica, en el que repasa las teorías escritas hasta el momento sobre el origen de Colón. En el libro -publicado en octubre de 2008 en Estados Unidos con el título Colom of Catalonia: origins of Christopher revealed-, Merrill explica que la familia de Colón estaba enemistada con la de los Reyes Católicos (tras luchar a favor de la familia opositora al trono de los Trastámara), por lo que ocultó su origen. Según Merrill, el descubridor siempre apareció en los textos como Colomo, Colón, castellanización del apellido catalán Colom, que no existe en Italia ni en Castilla. Además, defiende, puso nombres bien catalanes a algunas de las tierras que descubrió, como es el caso de isla Montserrat. Para el investigador, también es sintomático que cuando el navegante se refería a los Reyes Católicos lo hacía como "mis señores naturales", como consecuencia de que era súbdito del rey de Aragón. Según explicó Merrill ayer en Barcelona durante la presentación de su libro, cuando a Colón se le cita en algunos documentos como extranjero, "no lo es con respecto a España, sino al reino de Castilla, porque España no existía como tal". Según Merrill, la teoría genovesa se basa en otro Cristóbal Colón que no tiene nada que ver con el descubridor.
El presidente del Centro de Estudios Colombinos, Francesc Albardanes, afirma que con este libro se puede "defender al más alto nivel académico la teoría catalana", aunque recomienda humildad: "No tenemos el documento final que lo pruebe de forma irrefutable". Albardanes elogió el trabajo del historiador porque actúa como "bálsamo y cierra las heridas tras la aparición de teorías novelescas que tanto daño han hecho a la teoría catalana". Se refería a obras que defienden su descenencia del príncipe de Viana o que era un templario, "fantasía y fabulación", sentencíó.
El libro de Merrill lo ha publicado Cossetània con una tirada de 2.000 ejemplares. La versión castellana no está prevista.

miércoles, 21 de octubre de 2009

El origen bereber de la población canaria

Estudio de una muestra dental aborigen. Foto: Rosa Fregel

elmundo.es 21/10/2009

Los primeros habitantes de las Islas Canarias eran bereberes. Sin embargo la colonización europea reemplazó a la población de varones y como consecuencia de ello, los genes europeos ganaron terreno sobre los aborígenes y los subsaharianos. Es la principal conclusión de un estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de La Laguna que ha sido publicado en 'BMC Evolutionary Biology'. El objetivo era determinar el origen y el grado de pervivencia en la población actual canaria. Para ello, llevaron a cabo un análisis genético molecular del cromosoma Y (transmitido sólo por varones) de la población aborigen de las Islas Canarias. "Sabíamos que había marcadores norteafricanos pero queríamos saber en qué momento se habían producido. Si ya existían en Canarias o bien llegaron a través de los esclavos. Hasta ahora asumíamos que la población de Canarias procedía de África del Norte pero queríamos estudiar la población aborigen", explica Rosa Fregel, investigadora del Departamento de Genética de la Universidad de La Laguna. Los investigadores detectaron ciertos componentes norafricanos en la composición de la población pero había una asimetría sexual. El ADN mitocondrial es un marcador de herencia materna y el cromosoma Y es un marcador de herencia paterna. Al comparar esos dos resultados se encontró que el componente norteafricano era mayor en los linajes maternos que en los linajes paternos. Y eso es un efecto bastante común de las conquistas: un contingente de conquistadores varones mata a los indígenas y la población se forma con conquistadores varones e indígenas hembras. Los resultados de la investigación lo confirman y apuntan a un origen norafricano para estos linajes paternos que, a diferencia de los linajes maternos, han disminuido hasta ser prácticamente reemplazados en la actualidad por linajes europeos. Los investigadores analizaron muestras de cadáveres de la iglesia de la Concepción (Tenerife) de los siglos XVII y XVIII para establecer el impacto de la colonización europea y del tráfico de esclavos de origen africano. Las aportaciones norafricanas y subsaharianas predominaron durante los siglos XVII y XVIII. Sin embargo, durante la colonización la mayor parte de uniones se producían entre mujeres guanches y hombres ibéricos, que gozaban de una mejor posición social. Además, la mortalidad de los aborígenes era mucho mayor. Según Rosa Fregel tanto los hombres como las mujeres de origen subsahariano fueron discriminados por lo que sus genes han ido disminuyendo progresivamente tanto en los linajes paternos como los maternos. En la actualidad, el linaje europeo en la población canaria representa más de un 90%. Sin embargo todavía quedan algunas dudas por resolver. Se desconoce si los primeros habitantes de las Islas Canarias fueron llevados a la fuerza o bien llegaron por sus propios medios.

domingo, 18 de octubre de 2009

1944: Operación Reconquista de España


Despedida de españoles que se iban a trabajar a la Alemania nazi.- ARCHIVO GENERAL DE LA ADMINISTRACIÓN

NATALIA JUNQUERA 18/10/2009. el país.es

Un superviviente relata el descabellado intento de derrocar a Franco en 1944.


Mañana se cumplirán 65 años de una misión tan descabellada que ha pasado casi desapercibida. Recibió el ambicioso nombre de Operación Reconquista de España, reunió a cerca de 4.000 hombres muy motivados y mal preparados y consistió en el intento de invasión del país desde Francia para derrocar a Franco y devolverle el Gobierno a Juan Negrín. Fue un desastre. Murieron más de 50 maquis y al menos 30 miembros de las fuerzas franquistas. Y nunca más volvería a intentarse. Santiago Carrillo cuenta en sus memorias que él mismo dio la orden de asumir el fracaso y retirarse.
El grueso de los guerrilleros lo componían militantes del Partido Comunista que habían luchado en la Guerra Civil y que, tras huir a Francia, se habían unido a la lucha contra los nazis. "El PC esperaba que los aliados de la Segunda Guerra Mundial les ayudaran a derribar a Franco, pero no fue así", cuenta el ex militar e historiador Fernando Martín Baños, autor de una tesis sobre la operación (Hasta su total aniquilación. Editorial Almena). "Esperaban que se les uniera la población y se sublevase contra Franco", añade el historiador Julián Casanova, "pero habían pasado cinco años de terror y muy poca gente estaba dispuesta a hacer heroicidades".
La operación duró una semana. "Ha estado tanto tiempo silenciada porque ni a Franco le interesó que se supiera ni al PC asumir un fracaso tan grande", explica Martín Baños.
Entre aquellos 4.000 hombres que venían de perder la Guerra Civil había también despistados. Es el caso de César Rodríguez y Joaquín Suárez León, dos jóvenes que no llegaban a los 20 años y que acabaron en 1944 disparando una ametralladora en un pueblecito de Lleida después de haber escapado de la fábrica alemana de armamento nazi a la que habían ido a trabajar para enviar dinero a casa.
"Hacíamos los tanques Tigre para los nazis, pero pasábamos tanta hambre, tanto frío y tanto miedo con los bombardeos que decidimos escaparnos y regresar a España. Tuvimos la suerte de que bombardearon el tren en el que íbamos y nos libramos del control. Luego seguimos a pie, hasta que llegamos a Dijon (Francia)", cuenta César, de 84 años, desde Almuñécar (Granada).
Allí encontraron a una chica "muy guapa y de lo más simpática" que les llevó a su casa y les dio de comer. "Nunca pensé que ella era un enlace de las Fuerzas Francesas del Interior", confiesa César. "Nos hicimos novios y ella lo arregló todo para incorporarnos a estas fuerzas llamadas maquis".
Fue el principio de aquella aventura descabellada. Joaquín y César fueron conducidos a una brigada de guerrilleros españoles que los encerraron en un cuarto y les observaron con suspicacia. "Pensamos que nos iban a fusilar", recuerda César. Cuando sólo les propusieron unirse a su lucha, respiraron aliviados y aceptaron. Su primera tarea consistió en "buscar a los nazis que trataban de escapar para España y hacerlos prisioneros". En sus memorias, César describe así aquellos días: "Pasábamos el tiempo haciendo recorridos en busca de alemanes. Los aviones americanos les perseguían ametrallándolos en su retirada y ellos incendiaban casas de campesinos en su huida. Era dantesco".
Hasta que una mañana les reunió un oficial para hablarles de la Operación Reconquista. "Nos dijo que éramos la salvación de la patria, que los españoles estaban hartos del fascismo y que nos recibirían como héroes. Aquella arenga nos llegó al alma. Ahora lo pienso y me río. No es que no nos negáramos, ¡es que no hicimos una pregunta! Mandaban la brigada dos hermanos muy valientes pero sin idea de tácticas militares", cuenta César. Recibió una ametralladora "de las que los americanos lanzaban en paracaídas" y dos cintas de balas. "Eso eran cinco minutos de disparos", aclara. 300 segundos de munición para reconquistar España.
"Cruzamos el Pirineo con un petate que pesaba unos 50 kilos. Nos dijeron que estaba prohibido tirar una sola bala, que si queríamos deshacernos de algo de peso, tiráramos la ropa o la comida. Y así lo hicimos", cuenta César. En sus memorias añade: "Con el tiempo y mirando mapas vi la odisea en la que nos metieron. En la despedida con estos famosos oficiales se cantó la Internacional con el puño en alto. Fue donde supe que éramos comunistas".
Semanarios como Lucha llevaban tiempo arengando a sus guerrilleros a levantarse contra "Franco y los falangistas recalcitrantes" con textos ingenuos en los que se leía: "Los unos y los otros (...) Muchos españoles han sido engañados y creyendo defender a la verdadera patria han luchado al lado de Franco. Tienen tiempo a rectificar". Así que cuando llegaron a Alins (Lleida) los franquistas les estaban esperando.
La noche antes de entrar en combate, César y Joaquín se prometieron que si alguno de los dos moría, el otro avisaría a la familia. Joaquín fue la primera víctima en Alins. "Iba en el primer pelotón. Cuando lo vi, tenía tres balazos y las vendas en las manos pues se ve que había intentado taponarse las heridas", cuenta César. En sus memorias escribió: "En esos momentos no sé si tuve tristeza. Era como una película todo lo que nos estaba pasando". Lograron tomar aquel pueblo durante unas horas. "Los franquistas debieron pensar que éramos más y pidieron refuerzos. Hicimos salir al alcalde y salió llorando de miedo. Mataron una vaca y un carnero para que comiéramos, y justo cuando estaba lista la comida, empezaron a llover los tiros".
César huyó en el caballo de un general franquista. Al llegar a Tor, un pueblo cercano, vio que sus compañeros habían incendiado un cuartel de la Guardia Civil con los agentes dentro. "Había muertos de los nuestros con granadas en los correajes y los aldeanos nos pidieron que se las quitáramos porque les daba miedo tocarlos", recuerda. Con otro compañero intentaron deshacer el camino andado por la montaña. Y empezó a nevar. "Al que le dé sueño y cierre los ojos, muere", le dijo otro guerrillero. "Al regresar al punto de partida, en Francia, nos recibieron como cobardes". César durmió 24 horas seguidas. Al despertar "eché en falta a Joaquín".
"Nunca cumplí mi promesa", cuenta con remordimientos. Ha subrayado esta frase en sus memorias. El miedo y los años de huida que todavía le esperaban le impidieron contactar con la familia de su amigo. Hasta que en mayo de este año, casi 65 años después, y gracias a un amigo investigador, Jesús Eduardo Sánchez, localizaron en el Archivo General de la Administración las cartas que la madre de Joaquín, desesperada al no saber de su hijo, había escrito al Consulado alemán, e incluso al Papa. Y su dirección. "Mi abuela, la madre de Joaquín, murió hace 29 años. Casi se volvió loca de buscarle y aquella pena nos la pasó a todos", cuenta Irene Cuevas, sin poder contener las lágrimas. "Joaquín se había ido a Alemania para mandar dinero a casa. Falsificó la firma de sus padres porque era menor y cuando mi abuela le veía los papeles para irse se los rompía. Todo el dinero que le envió a mi abuela sigue en la misma cuenta. Ella nunca quiso tocarlo por si él volvía. Y pensar que este hombre sabía que Joaquín estaba muerto...", se lamenta.
Conmocionados por la noticia, las tres hermanas de Joaquín y sus sobrinos acudieron recientemente a la iglesia de Alins, el lugar donde César les dijo que estaba enterrado Joaquín. "Pero los restos fueron trasladados al cementerio municipal hace tiempo y ahora es muy difícil averiguar si está allí", cuenta Irene. "Mi abuela murió con la esperanza de que seguía vivo. Estaba convencida de que había perdido la memoria y vagaba por ahí sin saber quién era. Cuando veía a un mendigo por la calle, lo seguía para ver si era su hijo. Si lo hubiéramos sabido antes, ¡nos habría ahorrado tanto sufrimiento!".
A sus 84 años, a César le pesa no haber cumplido su promesa. Perdió la dirección de Joaquín tras arrojar al mar la documentación que llevaba antes de ser interrogado por la policía secreta. Después, se fue a Venezuela, donde levantó tres constructoras y regresó a España con 82 años y miedo a los secuestros. "No supe por dónde buscar. Tuve miedo. Pero nunca dejé de pensar en él".

lunes, 12 de octubre de 2009

La NASA certifica que la tala de bosques hundió el imperio maya


Restos arqueológicos en la ciudad maya de Chichén Itza, en el sur de México. Foto: ricard cugat
9/10/2009 elperiódico.com

Los antiguos mayas suelen ser retratados como un imperio que, más allá de construir imponentes templos, redactar textos sagrados como el Popol Vuh y alimentar a sus dioses a través de los habituales sacrificios humanos, vivía en completa armonía con la naturaleza. Este relato de concordia ecológica se tambaleó hace tiempo cuando los expertos comenzaron a investigar por qué una civilización tan extendida y poderosa, una cultura que dominó Centroamérica durante 1.200 años, pudo desaparecer de forma tan rápida. Ahora, varios investigadores norteamericanos financiados por la NASA han acabado de romper el mito: los mayas, cuyas ciudades llegaron a tener una densidad de población de 800 personas por kilómetro cuadrado, desaparecieron al deforestar y destrozar su hábitat mientras trataban de continuar con su modelo de vida en tiempos difíciles. La civilización, en definitiva, se suicidó.Cuando los mayas comenzaron a desaparecer –aunque no del todo, pues sus dialectos se siguen hablando en el sur de México o Guatemala– hubo una enorme sequía que se vio catapultada por la tala de la mayor parte de los árboles de la región, con la intención tanto de crear zonas donde cultivar maíz como de conseguir madera para quemar y construir edificios. «Tenían que quemar 20 árboles para calentar piedra caliza suficiente para construir tan solo un metro cuadrado de sus gigantescos templos, embalses y monumentos», ha explicado el arqueólogo Tom Server, uno de los responsables del estudio.
Server y su equipo, usando dos modelos de simulación climática por ordenador, reconstruyeron los efectos de la deforestación sobre la sequía. Calcularon qué hubiese pasado en las mejores y las peores condiciones: la desaparición de todos los bosques, según sus cálculos, habría causado un aumento de tres a cinco grados de la temperatura y un descenso de entre el 20% y el 30% en las precipitaciones. Aun así, el estudio no termina de explicar por qué, según las pruebas arqueológicos disponibles, la mayor parte de las ciudades-estado mayas desaparecieron durante los periodos de sequía, pero algunas, muy pocas, sobrevivieron e incluso prosperaron. El método de deforestación maya era simple: utilizaban la agricultura basada en la tala y la quema, algo que continúa utilizándose en muchas regiones centroamericanas, por lo que los investigadores saben cómo funciona. Saben, por ejemplo, que después de uno a tres años de cultivo de la tierra, esta necesita dejarse en barbecho durante 15 años para que se recupere. Sin embargo, si no solo no se deja transcurrir ese tiempo, sino que se continúa despalando más y más para alimentar a una población más y más necesitada, lo que ocurre es que los terrenos se arruinan debido al excesivo cultivo.Y a esto, continúa el estudio, hay que añadir que los mayas cada vez podían almacenar menos agua para sobrevivir durante la estación seca. Tradicionalmente, sus ciudades trataban de guardar un suministro de agua suficiente para subsistir durante 18 meses. En Tikal (en la actual Guatemala) existía un complejo sistema de presas capaz de almacenar millones de litros de agua. Pero sin suficientes lluvias, los embalses terminaron por secarse. Y los mayas, entonces, desaparecieron.

viernes, 9 de octubre de 2009

La hemofilia B que moró en las Casas Reales

La zarina Alexandra, esposa del zar Nicolás II, con su hijo Alexei, hemofílico. (Archives of the Russian Federation)
MARÍA SAINZ. 08/10/2009, elmundo.es

LAS MUJERES LA PORTABAN, LOS HOMBRES LA PADECÍAN.
La Reina Victoria fue el primer eslabón de la cadena. La denominada "Enfermedad Real", que padecieron descendientes de distintas monarquías en el siglo XIX, se cobró la vida de varios miembros de los tronos europeos. En España, llegó de manos de Victoria Eugenia, casada con Alfonso XIII, que se la transmitió a dos de sus hijos, los príncipes Alfonso y Gonzalo. Ahora, la revista 'Science' confirma que aquel trastorno, caracterizado por la mala coagulación de la sangre, era hemofilia tipo B.
Esta enfermedad aparece en forma de mutación en alguno de los genes implicados en la coagulación de la sangre. Dependiendo de dónde se encuentre la anomalía, la hemofilia es de clase A (si el problema está en el factor 8) o B (si es en el factor 9). Este defecto se localiza en el cromosoma X, por eso, las mujeres suelen hacer las veces de portadoras pero no padecen el trastorno, que sí lo sufren los hombres.
Ya se sabía que distintas estirpes de la Realeza alemana, española y rusa padecieron hemofilia, pero se desconocía su base molecular. Éste es el objetivo del estudio llevado a cabo por Evgeny I. Rogaev y su equipo, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts (EEUU).
Para llevar a cabo sus investigaciones, los expertos tomaron distintas muestras "del ADN degradado" de los restos mortales (esqueletos) de la familia del zar Nicolás II, marido de Alexandra, nieta de la Reina Victoria. "Esto nos permitió recuperar y caracterizar secuencias del genoma nuclear".
Los científicos comenzaron con los restos de Alexandra, hermana de Federico y madre, entre otros, de Alexei; ambos hombres enfermos de hemofilia. Sus pesquisas comenzaron a dar resultado: no se encontraron mutaciones en el factor 8 pero sí en el 9, una anomalía característica de la hemofilia B. Según los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU, este tipo es unas siete veces menos cómun que el A.
"Un 99,98% de las transcripciones del alelo mutante F9 se generaron en el lugar de la anomalía. La hemofilia se manifiesta de forma severa si menos de un 1% del factor 8 o el 9 es funcional", explica el documento.
También se detectó que Alexei contaba con un alelo mutante, responsable de la enfermedad que, desde pequeño, le provocaba grandes hemorragias e hinchazón en las piernas. Por su parte, su hermana, presumiblemente Anastasia, fue portadora de la enfermedad.
"La "Enfermedad Real" es una forma severa de hemofilia B, también conocida como "Enfermedad de Navidad", causada por una mutación que provoca una anomalía en una zona de unión del gen F9", concluye el trabajo.

sábado, 3 de octubre de 2009

Hallada en Etiopía la cría de homínido más antigua de la historia

Fosil hallado en Etiopía de "Salem". / AP
EFE LONDRES 21-9-2006 19:28:04 ABC.es

Un equipo internacional de científicos ha hallado en Etiopía el fósil de una niña de hace 3,3 millones de años, el más antiguo y completo de un menor encontrado hasta la actualidad. Los restos óseos corresponden a la especie Astrolopithecus Afarensis, la misma a la que pertenece el famoso esqueleto de "Lucy", la hembra hallada en 1974 en la misma región etíope de Afar.
Los paleoantropólogos han recuperado el cráneo, la dentadura casi completa y el torso y partes importantes de las extremidades superiores e inferiores de la pequeña, bautizada como "Salem", que significa "paz" en Etiopía.
Las pruebas a las que sometieron los restos óseos parecen demostrar que la menor tenía unos tres años cuando murió, víctima posiblemente de una riada, por lo que sus restos pudieron conservarse al quedar protegidos de la intemperie bajo la arena y los guijarros.
Muchos de los huesos están aún articulados, según los científicos, dirigidos por el paleoantropólogo etíope Zeresenay Alemseged, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, en Alemania. "El fósil de Dikika (el área donde fue hallado) revelará ahora muchos secretos sobre la especie Austropithecus Afarensis y otros homínidos primitivos", prevé Alemseged.
En declaraciones a la cadena británica BBC, el paleoantropólogo etíope señala que la especie Afarensis es una mezcla de criaturas con aspecto humano y con aspecto de chimpancés. "Esto sitúa a los Afarensis en una posición especial para desempeñar un papel crucial en la historia sobre quiénes somos y de dónde venimos", considera.
Un interesante rasgo físico hallado en la pequeña austrolopiteca es el hioides, o hueso de la lengua, de gran importancia para la investigación sobre los orígenes de la capacidad de hablar de los humanos. El hioides de "Salem" era más parecido al de los simios modernos que al de los humanos, lo que sugeriría, según los científicos, que los Aferensis carecían de capacidad para hablar.
El fósil fue identificado por primera vez en 2000, pero los antropólogos han tardado cinco años en recuperar todos los huesos de entre la arena y los guijarros donde había quedado sepultado, para lo que llegaron a utilizar herramientas de dentista.

jueves, 1 de octubre de 2009

El antepasado más antiguo del hombre no era como los monos actuales

Representación del 'Ardipithecus ramidus'- SCIENCE
MALEN RUIZ DE ELVIRA - Madrid - 01/10/2009. Elpaís.es

El "Ardipithecus ramidus" indica que los caminos evolutivos de los seres humanos y los monos fueron muy diferentes. La ausencia de caninos protuberantes en los machos indica que eran socialmente poco agresivos.

Era hembra, medía 120 centímetros, pesaba unos 50 kilogramos y vivió en la famosa región de Afar en Etiopía hace 4,4 millones de años. Ardi, que es como la han bautizado, es el ejemplar más completo encontrado del antepasado más antiguo de los seres humanos, el Ardipithecus ramidus, que ha tardado 17 años en ser presentado oficialmente en sociedad. Ahora lo hace con la pompa correspondiente al hallazgo de toda una generación en paleoantropología.
La revista Science le dedica un número especial a los estudios realizados por 11 equipos internacionales de todos los aspectos del Ardipithecus ramidus, sobre la base de 110 fósiles. Tanto en Etiopía como en Estados Unidos han presentado a Ardi y sus congéneres, cuyos restos fósiles han sido excavados pacientemente en un terreno sumamente difícil por el equipo dirigido por el estadounidense Tim White.
El nuevo homínido significa un salto hacia atrás de más de un millón de años en el conocimiento de la estirpe del ser humano y, a pesar del completo estudio ahora presentado (antes sólo se conocían unos pocos fósiles), las discusiones sobre cómo vivía, si verdaderamente andaba erguido y lo que representó en la evolución humana no han hecho más que empezar.
Hasta ahora eran los australopitecos -representados sobre todo por la famosa Lucy, que vivió hace 3,2 millones de años y fue hallada en 1974-, los antepasados más antiguos conocidos del hombre. Lucy demostró que los homínidos empezaron a andar erguidos antes de que aumentara el tamaño del cerebro, y los científicos, a partir de entonces, se empezaron a preguntar que pasó antes. ¿Andarían erguidos ya los antepasados de Lucy o se apoyarían sobre los nudillos y se colgarían de las ramas de los árboles como los chimpancés?.
Se cree que el ultimo antepasado común compartido por humanos, chimpancés, gorilas y bonobos vivió hace seis o más millones de años. Aunque el Ardipithecus ramidus no lo sea, probablemente compartió varias de las características de este antepasado, señalan los científicos. Del análisis de los fósiles han deducido que se movía por los árboles a cuatro patas pero andaba erguido sobre el suelo. Nuría García (Universidad Complutense) es el único científico español que ha participado en los estudios, centrándose en la fauna del ambiente, boscoso, en que vivió el Ardipithecus ramidus hace 4,4 millones de años.
El ejemplar Ardi tiene las manos prácticamente completas, lo que significa un tesoro para los paleontólogos. Sus muñecas indican que podía subirse a los árboles pero no lo hacía con la soltura de los actuales monos. Por eso, los chimpancés, por ejemplo, ya no se pueden considerar indicativos de cómo era el antepasado común, ya que debieron de evolucionar después de separarse del ancestro común. Además, la manos del Ardipithecus ramidus eran ya relativamente diestras para manejar objetos.
En cuanto al cerebro del nuevo antepasado, es pequeño, como el de los chimpancés actuales. Además, parece haber poca diferencia de tamaño total entre machos y hembras, y el cráneo y los dientes indican que tenía una cara pequeña y que era poco agresivo socialmente. Este último rasgo se deduce, curiosamente, de la ausencia de un canino protuberante y afilado en los machos. Esto sugiere que los conflictos entre machos eran menos frecuentes que en otros primates como los chimpancés y los gorilas, explica otro investigador, C. Owen Lovejoy, de la Universidad de Kent.
"En el Ardipithecus ramidus tenemos una forma no especializada que no ha evolucionado mucho en la dirección del Australopithecus, por lo que, cuando vas de la cabeza a los dedos del pie, lo que ves es una criatura mosaico, que no es ni chimpancé ni humano. Es el Ardipithecus", dice Tim White, de la Universidad de California en Berkeley.
"Darwin fue muy sabio a este respecto", añade White. "Dijo que tenemos que ser muy cuidadosos. La única forma de saber realmente a quién se parece este último antepasado común es ir y encontrarlo. Bien, pues de hace 4,4 millones de años encontramos algo bastante cercano. Y, tal y como Darwin entendió, la evolución de los linajes de los simios y el linaje humano ha avanzado independientemente desde la época en que esas líneas se separaron, desde el último antepasado común que compartimos".